lunes, 24 de noviembre de 2014

Un sombrero para el dolor de cabeza

Sí, poner un sombrero para curar el dolor de cabeza es lo mismo que dragar el canal principal de la Ría de Villaviciosa para sanearla y acabar con la bacteria que la acosa desde hace años.
Cartel informativo de la obra de saneamiento.
La ría de Villaviciosa tiene dos pleamares y dos bajamares diarias, lo que quiere decir que el agua está en continuo movimiento, pero con una cadencia suave. El agua no entra a borbotones y no entrará con el dragado. La solución a los problemas de la ría no la podemos buscar aguas abajo, en el mar, sino aguas arriba, en el casco urbano de Villaviciosa, en los poblados ribereños y en el resto de los pueblos, cuyas aguas vierten a la ría. Y ahí es donde habría que acometer la solución.
Hace año y medio se iniciaron las obras de saneamiento de Selorio, Carada y Tornón. Según el cartel que colocaron en Selorio, la inversión es de 14,6 millones de euros y la obra se prolongará tres años.
Pero si nos fijamos en qué consiste esa obra, parece que no tiene como finalidad conectar a la red las aguas residuales de las viviendas de los tres pueblos mencionados. Nadie habla de que en tres años, Selorio, Carda y Tornón, tres núcleos ribereños estarán libres de verter aguas residuales a la ría. De hecho, el trazado pasa por Sebrayo, otro pueblo ribereño, y ni se contempla incorporarlo al proyecto.
Compuerta para el saneamiento en el borde de la ría.
Leo en los periódicos que se han celebrado varias reuniones de expertos de las altas instancias para tratar el problema de la ría y lo único que se les ocurre es dragar la ría y manipular el cauce de algunos ríos o regatos. Pero nadie se plantea solucionar el problema de raíz, llevando el saneamiento a todos los pueblos. Ahí es donde se deberían centrar los esfuerzos y ahí es donde deberían ir los dineros que se quieren tirar en hacer una draga o un puente que vaya de El Puntal a Rodiles. O hacer un paseo de Villaviciosa a Rodiles. Un camino que ya existe por Carda, Tornón y Selorio y que casi nadie hace en recorrido íntegro. Dos proyectos millonarios que miran a la ría, una ría enferma y sucia. Pero eso a ellos no les importa, eso es lo de menos.
Espero que mis compañeros periodistas me cuenten algún día el alcance de la obra de saneamiento, qué planes se tienen para ese proyecto y cuando estarán conectadas todas las casas de Selorio, Tornón y Carda.
La ría está enferma porque no tienen ni idea de cómo tratarla. El Bornizal, una zona verde que cubren las mareas, está muy protegida y está muy enferma, porque lo que necesita el Bornizal es que alguien le siegue ese verde. De esa manera sí se podría lavar mejor con las mareas y, de paso, se regenera la zona. El resto de la ría -puede que miles de hectáreas- habría que sallarla, a fesoria, sí, a fesoria. Entonces es cuando se lavaría bien y se oxigenaría el suelo.
Movimiento de piedras para abrir el hueco de la compuerta.
Hace muchos años, esa zona verde servía de pasto para las vacas de El Picu, que entraban a la ría en marea baja, y ese era el mejor sistema de regeneración del espacio. Cómo creen los ecologistas que llegó hasta nosotros ese espacio?.
La semana pasada publicaba La Nueva España un pequeño artículo de Vicente A. Montes Álvarez titulado "Sallar el maíz". Y contaba la historia del cura Carlos Sánchez, natural de San Martín de Vallés, en Villaviciosa, que llegó al seminario cuando era joven y quedó impresionado por la sabiduría de sus compañeros, que se manejaban muy bien en latín. Pero él, muy atinado les preguntó ¿sabéis cuando se salla el maíz? y les contestaron que no tenía ni idea. Venía a decir que estamos en manos de muchos técnicos y políticos que saben mucho inglés, mucha macroeconomía, pero no tienen ni idea de cuando se salla el maíz. Estoy segura que si le preguntaran a los mayores de los pueblos de la ría les daban la solución a los problemas del estuario.



1 comentario:

Anónimo dijo...

Carlos Sánchez Martino no era de Sietes, sino de Samartín de Vallés.